Tips de alimentación sana
Tip N 1: Introducción y Generalidades
Nuestra
salud depende entre otras cosas de una buena alimentación a lo largo de nuestra
vida que nos permita prevenir enfermedades.
Una alimentación incorrecta, puede
ser el origen de enfermedades cardiovasculares,
respiratorias, alérgicas, intestinales, obesidad, diabetes, lo que damos
en llamar enfermedades crónicas no transmisibles.
La
alimentación es tan importante como realizar habitualmente ejercicio físico. Hay varias formas de realizarlo y disfrutarlo,
caminar, bailar, andar en bicicleta, jugar con los niños, hacer algún
deporte, usar las escaleras en lugar del
ascensor, etc.
Las
comidas han de estar elaboradas fundamentalmente con alimentos frescos, aprovechando los de temporada, y
empleando diversidad de ingredientes para complementar
sus nutrientes. Consuma al menos 2 raciones de frutas y 3 de verduras al día. Prefiera
cereales integrales y pan integral para mayor consumo de fibra y saciedad.
Hay alimentos que deben consumirse
en forma ocasional y
en forma moderada, por su alto contenido en grasa (grasa saturada, grasa
“trans”, colesterol) y/o azúcares refinados (azúcar, fructosa). Entre
ellos están la manteca,
margarina, aderezos, carnes rojas, embutidos, patés y otros derivados
cárnicos; quesos extra grasos y grasos; galletas; productos de bollería y pastelería, helados
y chocolates; caramelos y bebidas cola.
La disminución de sal y azúcar de ningún modo
son consejos sólo para diabéticos e hipertensos. Toda la población, incluyendo
a los niños, debe controlar la cantidad de ellos. No estamos hablando de
suprimir totalmente, más bien de
moderar.
La sal
contribuye al aumento de la tensión arterial. En nuestro país se ingiere por
persona más de lo recomendado por día. Debemos tener en cuenta que muchos
alimentos, incluso algunas bebidas ya contienen sal y que algunos aditivos
también aportan sodio (glutamato monosódico, nitrato sódico, nitrito sódico,
acetatos de sodio, etc.). Por eso
recomendamos añadir muy poca sal a los alimentos, en todo caso
descartar la sal refinada y utilizar sal marina o sal de roca. Una buena
decisión sería no colocar más el salero en nuestra mesa.
Mientras menos incorpore el azúcar en su
dieta, mejor, ya que el cuerpo fabrica su propio azúcar a partir del consumo de
cereales e hidratos de carbono. Es ideal reemplazar el azúcar blanco por el
azúcar de caña no refinada o endulzar las bebidas como el té con una
cucharadita pequeña de miel.
En la preparación de los alimentos debemos utilizar aceites preferentemente crudos, puros, como los de girasol, uva, maíz, soja, oliva, maní, y agregarlos
una vez terminada la preparación, cuando ésta se retira del fuego. Evitar la grasa para cocinar.
Debemos acostumbrarnos también a beber fundamentalmente agua.
Por todo ello debemos aprender a comer con
moderación y en nuestra comida debemos
incluir variedad de alimentos.
Dr. Martín Lissarrague. Coordinador del área de la Subcomisión de Seguridad Alimentaria del Cosapro.
Ex Secretario de Salud del Partido de San Fernando.
Dr. Martín Lissarrague. Coordinador del área de la Subcomisión de Seguridad Alimentaria del Cosapro.
Ex Secretario de Salud del Partido de San Fernando.
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